Cada vez se lanzaba con más y más fuerza, esperando alcanzar el más alto y preciso de los balanceos jamás vistos. Cuando se soltó del trapecio para alcanzar al portor que le esperaba al otro lado, despareció en el aire para entrar en el mundo de la perfección.
jeje, pues mi enhorabuena porque lo consiguió.
ResponderEliminarSalud.
vamos, que se estampó, no? jajaja
ResponderEliminarGenial micro Citizen!!
Un abrazo!!!
Más bien que ya no era de este mundo y no tenía cabida aquí.
ResponderEliminarGracias a los dos.
Citizen, eres grande con esto, tus microrrelatos son casi de libro, que lo sepas.
ResponderEliminarUn abrazo!
Dime dónde tengo que saltar, yo también querría la perfección...
ResponderEliminarHD
Múltiples interpretaciones para este micro. Desde el salto perfecto al vacío a ese volar por el infinito. Lo importante en estos objetivos que se pretenden es que el protagonista sea feliz al final del logro. Qué lástima que hayas dejado de escribir en el blog.
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