viernes, 27 de mayo de 2011

Mi única compañía.


Despertar era como el movimiento  rodado de una canica;  estúpida en el centro de la habitación , sin saber, sin entender, sin comprender si le habían fallado los elementos de la fórmula del movimiento uniforme.  Y un silencio negro oscuro, que se ajustaba a los huecos de la noche, me recibía. Solo  el sonido de sus pasos medidos en la línea del tiempo me acompañaban  en las noches de vigilia. Un día dio un tras pies y dejé de oir aquellos pasos de caminante temporal. Ya  no he vuelto a conciliar el sueño, mi nuevo reloj digital es muy sigiloso cuando camina y no hace tic-tac.

jueves, 19 de mayo de 2011

El lugar ideal


Gracias a esa capacidad de tolerancia para las contradicciones, fue capaz de crear el mundo que había soñado toda su vida. No importaban los convencionalismos, las normas o las reglas estéticas. Solo había cosas que le hacían feliz. Temeroso de que un día alguien lo hiciera desaparecer, se perdió justo en ese lugar que se escapa por el rabillo del ojo y que solo se ve cuando no miras. Un día me pareció verlo, pero sería otra cosa, aún no he aprendido a encontrar ese punto ciego donde las cosas perviven para siempre.

martes, 17 de mayo de 2011

Sin sol.


Hacía tanto que el sol no le visitaba, que todo lo que había decidido formar parte de lo que veía, había tomado un aspecto húmedo y escurridizo. Tanto era así, que un día, él mismo, dio un paso y se deshizo en agua que se perdió entre el asfalto que pisaba. El resto de componentes húmedos de su paisaje, inservibles, obsoletos hasta el infinito del significado de la palabra, estallaron en miles de gotas que desaparecieron exactamente dos segundos después.

domingo, 15 de mayo de 2011

Todos aquellos números

Tenía todos los números del mundo para esperar que se diera la vuelta y volviera para empezar de nuevo. Pero solo contó  hasta tres.

viernes, 13 de mayo de 2011

Todas aquellas puertas.

Vivir tras todas aquellas puertas cerradas, hizo brotar su rebeldía.
Que una de ellas se quedara entreabierta, hizo brotar su terror.

miércoles, 11 de mayo de 2011

El salto perfecto


Cada vez se lanzaba con más y más fuerza, esperando alcanzar el más alto y preciso de los balanceos jamás vistos. Cuando se soltó del trapecio para alcanzar al portor que le esperaba al otro lado, despareció en el aire  para entrar en el mundo de la perfección.

Insumisión.

Siempre pensé que no quedaría nada de nada del lugar que un día dejé atrás. Tras la decisión de todas las comunidades de la comarca de ceder terrenos para que se hiciera el pantano, las aguas habían anegado todo lo que un día fue el paisaje de mi infancia. No quise ver la muerte de mis recuerdos visuales y marché lejos, huyendo de la sensación de traición que al igual que a mí, había invadido a todos los que conocía y a los que sin conocer, sabía que les pesaba. No todos tuvieron la suerte de eludir su parte de pecado y algunos, pagaron más que otros la apuesta por el progreso . Por eso, cuando volví y vi aquel árbol en medio del agua, desafiante, erguido sobre un tronco delgado pero fuerte y apuntando al cielo con la determinación de quien no cederá un palmo de terreno, me sentí más pequeño y mezquino que nunca.

martes, 10 de mayo de 2011

Belleza II


De nuevo, intentó recolocar todas las partículas de polvo que cubrían la estancia. Pero ya sabemos que el polvo, posee la capacidad de mantener la apariencia de estaticidad  y ser dinámico a la vez. Tiene esas cosas, hay que quererlo igual no obstante.  Porque al fin y al cabo, suele acompañarnos durante mucho tiempo y conoce todos nuestros pensamientos.  Así que desesperado y vencido por la infinita pequeñez de las partículas, se sentó con el cuidado del que pretende hacer menos daño del que ya ha provocado y esperó a ver el resultado de su  inoportuno estornudo. Por desgracia, las letras que ella esbozara  sobre la mesa mucho tiempo atrás, cuando la capa de polvo era solo una incipiente pátina con reflejos dorados, se había deformado, perdiendo esa belleza que había conferido a su literal adiós.