Nos empeñamos tanto en dominar lo que nos rodeaba, que olvidamos dominarnos a nosotros mismos. Pedimos al mundo que cambiara, le impusimos nuestras reglas y ahora, el mundo ha cambiado.
Entiendo cómo debió sentirse el hombre de Neanderthal cuando comprendió que le habían ganado la partida y se extinguiría. Ahora, hay una nueva especie de homínido adaptado a un mundo que hemos creado y para el cual no estamos preparados. No fuimos nosotros los que tuvimos que comer el veneno, ni respirar los desechos de nuestras mentiras. No nos prepararon para vivir con los escombros de nuestra existencia. Es inútil lamentarse en el presente del pasado y exigir el futuro. La evolución no da segundas oportunidades a los que no se adaptan y este ya no es el mundo para el que nacimos.
Género Homo, familia Hominidae, orden Primate, clase Mamífero, tipo Cordado, reino Animal.
¿Cómo leerán esta clasificación dentro de unos siglos aquellos que serán reemplazados igual que ahora lo somos nosotros?
Si es un final feliz, solo que no lo es para nosotros. La vida siempre se abre camino.