viernes, 13 de mayo de 2011

Todas aquellas puertas.

Vivir tras todas aquellas puertas cerradas, hizo brotar su rebeldía.
Que una de ellas se quedara entreabierta, hizo brotar su terror.

8 comentarios:

  1. Sí, a veces cuando te cierran las puertas, te asustas el día que las ves abiertas... no?
    Citizen, creo que estás convirtiéndote en una gran microrrelatista.
    Fantástico!
    Un abrazo!!!

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  2. Si, también que nos rebelamos contra la obediencia debida, pero que al final, el conformismo nos domina y nos asusta el cambio a lo desconocido.

    Gracias Sucede, creo que exageras, pero sienta bien.

    Un salduo.

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  3. Aupa Citizen!!!
    Esto ya lo he vivido... jajaja
    puñetero blogger!!!
    Me gusta, vamos, me sigue gustando! jaja
    Abrazos!!!

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  4. Qué le vamos a hacer, las cosas de las tecnologías.

    Gracias.

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  5. Inquietante post, un placer pasar por tu casa.
    te dejo mi saludo y feliz semana.
    un abrazo.

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  6. Se bienvenido Ricardo, gracias por tu visita.

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  7. Otra reflexión para el cuerpo. La rebeldía surge únicamente cuando te das cuenta de que está viviendo habitaciones con puertas cerradas (así fue siempre, esto es lo mejor para ti, cuando yo era joven, por fe) y quieres averiguar qué hay fuera.
    La segunda frase es un poco extrema, pero sí, sobre todo en las dudas o heridas no cicatrizadas, esas puertas entreabiertas (que hubiera pasado sí, ya me lo dijeron) que te invitan al pasado, sobre todo si lo que has querido es huir de él. O no.

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  8. No está hecho el mundo para todos los rebeldes ¿verdad? A veces el pasado es aún más incierto que el futuro, sobre todo cuando se mira con distancia.
    Gracias Ximens.

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