viernes, 6 de mayo de 2011

Eugenosequé

Las cajas llegaron ayer, en paracaídas, desde un avión de esos que unas veces trae comida  y otras, fusiles de asalto.  Todos nos hemos puesto  muy contentos, como siempre que lanzan cajas en paracaídas, porque esta vez trae vacunas de esas que curan. No como las otras veces, que mandaron medicamentos caducados y mi hermano murió de diarrea. Una muerte de mierda. Mi padre les ha preguntado a los médicos que cuándo nos vacunarán y por lo visto será mañana, pero no a todos, solo a las niñas y mujeres. Mi hermana se ha escondido debajo de la cama porque le dan miedo los médicos que se echan crema para no quemarse con el sol. Estúpida, ojalá me vacunaran a mí con eso de las cajas que ponen eugenosequé.

1 comentario:

  1. Me gusta toda la narración crítica sobre esa doble aportación: armas y pan, evidentemente para mantener el conflicto con vidas ajenas. Y esos medicamentos caducados. No llego a captar el final, sospecho que haces referencia a alguna vacuna para mujeres encaminadas a qué, ese es mi problema: ¿Esterilidad? Bueno, has decidido dejarlo abierto.

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