viernes, 29 de abril de 2011

Muy pequeño.

Desde el primer momento se dieron cuenta. 

Nunca dejaría de ser muy pequeño. Quizá por eso construyeron un mundo a su alrededor para que nada lo dañara.
Guardaron todas sus sonrisas en un álbum de color azul y sus días en un palacio de cristal que llenaron de algodón dulce, palabras sencillas y caricias.
Pero olvidaron el ángel de mármol del jardín, el único que parecía tan pequeño como él. Y por eso, una noche fue a buscarlo. Le toco la mejilla de piedra y estaba tan frío, que lo abrazó y decidió dormir aquella noche junto a él. Le daba tanta pena verlo tan solito en el jardín con toda la nieve alrededor, que no lo podía abandonar. Tan callado estaba cuando lo encontraron, que…

desde el primer momento se dieron cuenta.

4 comentarios:

  1. Muy buen relato Citizen, por varias cosas.
    Hasta el final te tiene en vilo y no sabes lo que pasa, aunque yo soy mal pensado... me encantó lo del angelito y lo del niño, algo que le da ternura a un relato tan duro como la muerte de un niño... o veo yo lo que quiero?
    Un abrazo!!!

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  2. Ves bien. La verdad es que por lo general,no me suelen entender, de ahí el titulo del blog. Es una alegría teneros.

    Además la última frase, también tiene algo de alivio al ser la misma que la primera, es como si fuera un bucle y volvieras a empezar de nuevo, vuelve a estar vivo. Pero en realidad, siempre lo supieron, nunca dejaría de ser muy pequeño y volverá al jardín.

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  3. City, lo bonito o fascinante de tu relato (o la literatura) en el poso, lo que cala en el lector. He leído dos veces el texto para gozarlo y lo volveré a leer para terminar el comentario. Verás, al historia una es muy triste y nos puede llevar a unos padres que al notar la vida en ralentí que tendrá su hijo hacen todo para protegerle y quererle, pero olvidan (desconocen) el sentir de la criatura. Pero también la historia dos es un aviso a lo que ocurre en muchas familias que se protege tanto a los hijos en el daño y el futuro que olvidan los sentimientos: ¡nada de novios, a estudiar! En fin, autora, que es una pena que no sigas escribiendo, aunque sea en tu cuaderno personal.

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