domingo, 17 de abril de 2011

Miedo ( Memoria, Dolor, Muerte)

MEMORIA

Mi mente es un entramado tirante de comunes gomas elásticas. Cada una enlaza una parte de mi mente desde el principio de mi vida. Unas sobre otras, apostadas hasta el más recóndito rincón. Gomas que nunca pierden su elasticidad, solo aguantan el tirante trabajo encomendado hasta que se rompen con un chasquido seco. Una a una van saltando, provocando una reacción en cadena, como si con ello pudieran conseguir una precaria comunicación a base de únicos y finales chasquidos que explotan en el vacío que van dejando en mi cabeza. Cada chasquido hace desaparecer un recuerdo que la goma apresa y se pierde como globo de helio sin cordel que lo ate al suelo. Uno a uno se esfuman, sin dejar rastro, solo un punto de luz que desaparece casi al instante.

Tengo miedo de la última imagen, la última goma y el último recuerdo. Aquel que me ata a la realidad y que me perderá en el vacío, tras un seco chasquido cuyo eco será lo último que llene mi cabeza. Porque después de ese eco ya no hay nada, solo un cuenco vacío de hueso. Ni palabras, ni lágrimas, ni sonrisa, ni sueño. Solo un gesto inexpresivo que se eternizará hasta el final. Tengo miedo de que ese último recuerdo sea recordar tener miedo.

DOLOR


Siento rojo. Un rojo creciente, caliente, permanente. Son ojos como garra que acarician con uñas de cristal sin biselar. Aristas, filo, canto impreciso, mellado, astillado, afilado. Me ataca, me atrapa, me alcanza y retrocedo y me encuentra. Abrazo de mil brazos, de dientes de espino acerado y rojo de nuevo. Un pitido creciente, intenso ahora se ajusta a mi oído y lo rebasa, lo colapsa, lo traspasa creciendo, arrollando pisando. Uno, dos , tres, cuatro, cinco , seis, siete intenso rojo. Me desborda y no lo contengo . Solo hasta tres, solo hasta tres, solo hasta tres la próxima vez.

Y negro amortiguado y sordo y anhelante
espera esperando el rojo de nuevo que llega dejando atrás el negro y despertando lo dormido y callado otra vez.......Uno, dos, tres, cuatro… tengo miedo, miedo de que llegue a 8.

MUERTE


Un blanco solo eso soy, ni cifra, ni nombre, ni rostro, ni voz, ni sentimiento, solo un blanco.
A eso se reduce mi fuerza y mi palabra, mis pensamientos o acciones. Buenos o malos, acertada o desafortunadas, solo son motas de polvo carentes de valor. Un puesto de tiro de feria y yo la diana. Veo la pelota que surca el aire buscando mi centro a 50 km hora. Deja una estela tras ella y corta el aire arrancando un gemido silbante. NO juega con probabilidades, ni tantos por ciento porque no necesita de ellos. Siempre acierta, siempre da en el blanco y ahora el blanco soy yo. Cuando la pelota llegue hasta mi, caeré al agua, levantando una cortina transparente y yo me perderé en la espiral que quedará debajo. No hay donde agarrarse, no hay salida y de nada sirve aceptarlo o no, solo la pelota manda y tu solo eres un blanco. Tengo miedo, tengo miedo de que llegue la pelota… y falle.

2 comentarios:

  1. Memoria: Creo que consigues una precisa imagen de las neuronas memoriosas. Además, logras que se vean esas gomas tensarse y saltar. A medida que finalizaba pensaba en que no temo a la muerte, pero al final me dices que temes que el último recuerdo que quede sea el miedo, y eso si que fastidia, joder, tienes razón.
    Dolor: Uff, duele. Consigues hacer sentir (no te digo nada para los que conocemos los cólicos nefríticos. Que bien ese deseo de que la próxima vez solo sean tres. No veo el negro, pero sí ese temor de que el dolor alcance un grado más. En fin, que duele este texto.
    Muerte: Meta segura. Veo claro el color (así como el rojo, ¿por qué falta color en memoria?). Visual ese "patito de feria" que va a recibir el impacto. Es curioso los finales de los tres apartados, el miedo, aglutina el título.
    En fin, _O, que dado que te has puesto en "espera", he decidido pasarme por tu pasado, a la espera de tu ave fénix.

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