No le cabían en el pecho todos los sentimientos que había ido cosechando a lo largo de los años de la guerra. Así que empezó a guardarlos en cajas para zapatos del número 36. Le hubiera gustado calzar un número más grande, porque no tenía tanto dinero para zapatos.
Ha llenado todas las cajas??? pues sí que tiene sentimientos, sí...
ResponderEliminarMe gustó mucho Citizen!!
Un abrazo!!
La primera coma yo creo que sobra, jeje, no es una corrección eh? que no las hago!!
YA está :). gracias.
ResponderEliminaryo guardo esas cajas en el fondo del armario.....pero las mias tienen zapatos de verdad..esas las tiraría al fondo del mar
ResponderEliminarMi madre calza 36, si quiere le presto.
ResponderEliminarBuena táctica Lou.
ResponderEliminarAlmaregnis, no le vendrán mal, me da que tiene muchas que llenar.
Gracias
Haría falta un baúl, de esos grandes con cierres dorados.
ResponderEliminarQuizá tirarlas al fondo del mar no fuese lo más apropiado, porque a lo mejor, sólo a lo mejor, lo saturarían. Lo desbordarían. Y todo saldría de nuevo. Y volverían a su pecho cansado.
Un beso.
Imilce, si. Los ausntos de uno, suelen volver si no se los vigila bien.
ResponderEliminarGracias a todos.
Aquí juegas con las matemáticas y me encanta lo retorcido del mensaje, gastar un número más grande hubiese supuesto una caja un poco más grande, pero muchas menos por falta de dinero para comprar, al final menos volumen para almacenar los sentimientos de la guerra del 36, que aunque hubiera alguno bueno quizás es mejor que no hubiera habido ninguno. Un placer estudiarte.
ResponderEliminarLos sentimientos tienden a desbordarnos, y poder pensar en contenerlos en un lugar físico nos puede ayudar un poco. A veces se hace difícil hasta encontrar la manera de hacerlo. Gracias por estar ahí.
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