martes, 19 de abril de 2011

Rincones oscuros.

Ya no es tan fácil como antes, lo de tener los ojos abiertos, digo. A veces es difícil entenderme, lo sé, es como si todos tuvieran que saber parte de una conversación que yo solo esbozo con algunas palabras. No importa, solo lo hago por el convencionalismo de ser una especie con el don de la comunicación. No todo el mundo entiende que una conversación con uno mismo, no es algo tan descabellado. Pero tú si me entiendes, siempre lo hiciste.
Antes competíamos por ver quién veía más, hasta que al final, necesitamos  que todo se oscureciera y ya no nos gustó tanto la luz. Creo que fue entonces cuando me acostumbré a dormir boca abajo. Ahora me escondo  del día y busco los rincones como si fuera una araña que quiere atrapar insectos inexistentes. Pero nosotros no pensamos en eso ¿verdad?. Nos escondemos en esos rincones y tejemos. Solo nos llega el sonido de Effigy,  siempre nos gustó la Creedence, nos enseñó a mirar el fuego ¿recuerdas?.
Ahora no busco imágenes con los ojos, la verdad es que se han convertido en una traba para lo que queremos ver y a veces creo que terminaré por vendarlos. Pienso que igual y tú, ya te los habrías arrancado, siempre fuiste tan tremendista…
Ya no hay carreteras largas y tortuosas que recorrer, solo rincones en los que apolillarse con los ojos cerrados y la mente abierta en canal. Solo rincones. Me gustaría que estuvieras aquí. Effigy  sigue sonando para los dos, las canciones no saben de ausencias, son eternas y siempre hay algo que las hace nuestras, porque sabemos que hablan justo de nosotros. Me pregunto si tú también la oyes. Hace tiempo que creo que sólo suena en mi cabeza, en algún momento sonó en algún reproductor, pero ahora suena diferente, como con brillo y con un eco perenne que la hace más envolvente. Suena tan distinto ese ¿por qué?. Creo que alguna vez lo he oído repetirse muchas veces, pero no he podido contarlas, cuando pienso en ello desaparece  el bucle y vuelve a empezar por el principio. Pero creo que puede estar horas repitiendo esas palabras como cuando escuchábamos vinilos que estaban rayados. Es curioso, muchas veces se repetían en palabras que necesitabas escuchar en ese preciso instante, debe ser eso del mensaje oculto de la música.  
¿En tu rincón suena eternamente Effigy?



1 comentario:

  1. Hola Citizen. Verás, cuando leo un relato que intuyo que es personal e íntimo (del autor) es decir, no se trata de ficción, prefiero no dar opiniones, pues el sentir solo alcanza a la propia persona y las palabras nunca reflejaran exactamente lo que se quiere expresar.
    No obstante, creo que este monólogo rezuma mucho amor por la persona que se marchó.
    Venga, un abrazo, y no sabes cuánto siento no saber inglés para entender la canción.
    Un queso.

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