Estamos gordos. Si, lo estamos y nunca había sido así, al menos yo no me había dado cuenta. O quizá sea cosa de la moda, pero estamos gordos. Lo dice la televisión, los programas esos de la mañana en la que la gente llama y recita sus síntomas como si recitara la tabla del 4. Se nota que lo hacen mucho en la cola del ambulatorio mientras esperan.
-Me duele aquí, justo aquí entre la cintura y la costilla, cuando ando.
-Eso mismo le pasa a mi cuñada y toma Ibuprofeno cada 8 horas.
No entiendo para qué esperan, ya tienen diagnóstico y tratamiento. Pero siguen esperando mientras tú, que no vas nunca, piensas que deberías haber traído algo para leer. Así que coges el móvil y descubres que tiene un juego de coches. Y no muy bien terminas de rellenar todo lo que te pide para empezar y eliges un coche de color verde botella, porque otro no te dejan coger hasta que no alcances más nivel, te das cuenta de que no tienes narices a mantener la lechuga esa en el circuito. Así que lo dejas y miras una foto de un cuadro que hay enfrente y que firma Monet. Pero no dejas de escuchar las conversaciones de tu alrededor y terminas por jurarte que hasta que no se te caiga la cabeza, no volverás a pedir cita. Por si acaso y no sea que tengas colesterol o algo así, decides ir a caminar después del curro.
No iba a ir solo así que me llevé a mi hermano, que también se veía gordo. Aunque él sí que estaba gordo, ni modas ni modos. Decidimos atrochar por una zona donde no tuvieras que ir saludando todo el rato. Ya se sabe, esto de pasear para hacer “deporte” ha causado furor y a todo cristo le da por caminar a la misma hora y por los mismos sitios. Y qué curioso, los ves uniformados para la ocasión, alguno tiene hasta un reloj de esos que miden las pulsaciones, te dicen la cantidad de colesterol y grasas que quemas, pero no tienes narices a ver la hora que es. Yo que aun llevo un Casio, de esos que comprábamos en los moros y que traía luz y calculadora, no me veía en la “onda”. Así que decidimos buscar un lugar más solitario y se nos ocurrió la vía vieja. Hace tiempo, y quien dice tiempo, se remonta a principios del pasado siglo, comenzó un proyecto para una nueva vía del tren que no terminó de cuajar, pero que dejó parte del recorrido realizado. El tiempo se había encargado de cubrirlo de maleza y de basura, bueno, lo segundo no era culpa del tiempo. Y esas cosas de la vida sana, al final terminaron por pensar en reciclarlo como camino verde. No era mal lugar para andar y además mi hermano lo tenía pateado de pequeño con la pandilla. Creo que se rompió la muñeca allí.
-¿Dónde mandarían toda la basura que había debajo de este puente?
-Pues debajo de otro puente.
-O enterrada para que se transforme en petróleo para el futuro.
-Si, en un futuro donde todos los coches sean eléctrico y nos agradezcan que les hayamos llenado el subsuelo de mierda.
-Si, bueno.
Comencé a imaginarme el futuro, un lugar donde yo no andaría por ninguna vía, ni esperaría en un ambulatorio lleno de jubilados de anteriores trabajos pero no de la medicina. Me dio vergüenza y lo dejé. Recordé cuando por el año 85, a quince del 2000, pensábamos que para el nuevo milenio, los coches irían flotando sobre el suelo, que vestiríamos con papel de aluminio o con monos de cuero, o algo parecido a Blade Runner. Vaya mierda. Bueno, Lady Gaga hace lo que puede.
-¿No fue por aquí por donde te rompiste la muñeca?
-¿La muñeca? Yo nunca me he roto la muñeca, me rompí la clavícula.
-Bueno, pues eso.
-No sé, no tengo muchos recuerdos de esa época.
-Joder, me he tragado un mosquito.
-¡Escupe, escupe!.
-Vale, que parece que más que escupa me quieras sacar la espalda por la boca, no me pegues más.
-Qué quieres, a saber qué mierda ha pisado aquí cualquier bicho.
-Pues menos mal que no se me metió en el ojo, capaz y me lo sacas.
- Me parece que esto de la vida sana es un peligro.
Nos dimos la vuelta y nos tomamos una cerveza antes de llegar a casa, pero light.
muy bueno Citizen!
ResponderEliminarme ha recordado algunas situaciones parecidas en mi vida, aunque nunca me preocupé por las modas y nunca seguí a pastores... tampoco lo hago ahora.
Pero es verdad que hay veces que ser sano entraña peligros! jaja
Saludos!!!
En ocasiones, creo que lo de " con la intención basta" es suficiente. Además, con la de deportistas que hay ya, quita, quita.
ResponderEliminarMe alegro que te gustara.
Citizen, en este relato nos presentas casi un monólogo reflexivo sobre la vida actual y sus decoraciones: conservar la salud y el tipo. A mí sin embargo me gusta escuchar las conversaciones de ambulatorio (aunque suelo leer también): son fuentes de inspiración Se lee muy bien. Tiene algo de caótico que nos lleva a ese monólogo del protagonista. Creo que el relato no oculta ninguna otra cosa que esa reflexión. Si quieres "mejorar" algo el texto, revisar la siembra de "ir" en tercer párrafo. Por cierto, que desde Calera a Guadalupe hay una senda que me recuerda tu foto. Venga. Vuelve pronto.
ResponderEliminarTienes razón, supongo que tendría algún motivo para que hubiera tantos ir, pero no recuerdo. Ya sabes que suelo esconder cosas, pero a veces hasta yo me pierdo. Le dedicaré un rato y lo modificaré. Gracias Ximens, ya he vuelto aunque no deje palabras en este lugar. Las dejo en vuestras casas, que me gustan mucho.
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