Hace 60 años que soy inmortal. Algo que no esperaba que me sucediera pero hay cosas que pasan sin que podamos hacer nada por remediarlo, o quizá no. La muerte vino a buscarme, pero nunca he sido puntual y no me encontró donde esperaba hacerlo. Mis días eran demasiado cortos y alcanzar tantos lugares en los que estar, era toda una proeza. Y así fue que la muerte se sentó a esperarme en una hamaca que tenía en el patio de atrás, porque en los patios de atrás de las casas, es donde se espera todo lo que esté por venir. Era octubre, de esos en los que el sol no sabe que ya no es verano y se la pasa calentando los rincones mientras el viento intenta enfriarlos. Entre rayos de sol y ráfagas de aire frío, la muerte se entretenía. Pero el día me parecía muy corto y aun tenía que correr a mil sitios para estar en todos y en ninguno y mientras la noche se acercaba, la muerte se marchó. Ahora tengo todo el tiempo del mundo, pero no puedo dedicárselo a nadie. Los demás se marcharon a su hora.
Es lo que suele sucederle a los inmortales, se quedan demasiado solos. Espero que la muerte me encuentre en el momento indicado, pero que sea (please) en mucho tiempo.
ResponderEliminarUn beso enorme.
HD
No quiero ser inmortal, esto ya lo leì en el retrato de Dorian Grey de Oscar Wilde, asi que cuando venga que sea en un futuro muy lejano.
ResponderEliminarun fuerte abrazo
feliz año 2012
fus
El inmortal esquiva a la muerte pero a la que encontrará es a la soledad. Es lo que tiene ser inmortal, creo que así no nos gustaría.
ResponderEliminarMe gustó, y más esa descripción del mes de octubre.
Besitos
Quizás unos se fueron a su hora pero las horas traerán otros, no hay problema con eso.
ResponderEliminarEn cuanto a la muerte, ¿no es un poco vaga ésta que cuentas?
Feliz año, me alegro que seas inmortal.
Todo tiene su precio, hay que elegir, además con unos cien años de vida ya vale no? jajajaja
ResponderEliminarUn saludo indio y feliz 2012
Humberto, que así sea. Aun tengo mucho que leerte, ¡¡¡no lo olvides!!!. Un beso enorme.
ResponderEliminarFus, ah!, el señor Wilde y su encantadora oscuridad. Es curioso, no queremos que llegue la muerte y sin embargo, la idea de la inmortalidad nos aterra aún más. La mente humana es extraordinariamente contradictoria.
Elysa, octubre es un mes mágico, nunca sabes cómo te recibirá el día. Me encanta mi mes de junio, pero el siguiente es octubre, no me cabe duda.
Luisa, la verdad es que a la muerte la hemos hecho vaga nosotros. No hacemos más que buscarla sin ton ni son, así que supongo que con sentarse a que lleguemos, tiene más que suficiente. Creo que es más inteligente que nosotros ¿si?.
Indio, he pensado muchas veces en cuánto tiempo sería el aceptable para vivir y he llegado a la conclusión, de que quizá no debería ser tan egoísta. Morir antes o después tendrá unas consecuencias u otras, parte de nuestra evolución ha dependido de lo mucho o lo poco que haya durado un taxón de nuestra superfamilia. Lo que viva o no viva, ya lo decidirá la naturaleza y hará con ello lo que crea necesario a todos los niveles lo creamos o no. Mientras, aprovechar el tiempo no está nada mal, y además mi tiempo coincide con el vuestro, no me puedo quejar de la compañía.
Que vuestro nuevo año sea el que habíais deseado.
Feliz 2012.
Mis esperas merecen la pena cuando la sra. vuelve.
ResponderEliminarLa inmortalidad contra la muerte, creo que como dices, no sabría decir que me incita más miedo.
Un beso, feliz año también
Banda sonora de "los Inmortales" de fondo....
ResponderEliminarLa inmortalidad nos acompaña buscando quién va a ser premiado. Nosotros nos escondemos, no vaya a ser.
ResponderEliminarBlogsaludos
Imilce, lo desconocido suele depararnos ese tipo de sentimientos. Besos!
ResponderEliminarpseudosocióloga, Ah! Queen, pero yo le pondría un sonido distorsinado, como de una radio que no encuentra sintonía alguna, solo trazos de sonidos perdidos.
Adivín, me escondo contigo, un ladito, por favor.
Gracias a todos.
Hay muchos inmortales, al menos tantos como muertos. El resto son almas (según los católicos). Pero claro, también están los que no se quieren morir y perduran los jodios. Me refiero claro está a los que no debieron nacer. Tienes razón la inmortalidad, como el paro, no la elige uno. Me quedo con tu frase "en los patios de atrás de las casas es donde se espera todo lo que está por venir". No pienso más, que me rompes. Me gusta leerte, muchacha, aunque sea con retraso.
ResponderEliminarMe ha encantado tu relato, entre otras cosas por ser cabo del año además. También por esa vaga costumbre de creer en los patios traseros.
ResponderEliminarNo es mala costumbre, no. Me alegro que te haya gustado.
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