jueves, 9 de junio de 2011

Carisma



Desde el primer momento que le ví, sabía que no podríamos perder el juicio, porque tenía ese halo que desprenden las personas con la ley de la atracción de su parte. Rubén, el acusado que había sido apresado en un barco rumbo a Singapur, estaba sentado frente a mí, confeccionando encajes con el humo de su cigarro.  Fuera, en la calle, todo se había convertido en una feria de atronadoras voces que clamaban por él. Una semana de juicio y se convertía en el fenómeno televisivo de todos los tiempos.  Ganamos, como había predicho, pero aún no se si en realidad era o no inocente, solo que se trataba del tipo de persona más peligrosa del mundo. Un líder nato sin conciencia.

7 comentarios:

  1. Me gusta eso de "hacer encajes con el humo" y esa sentencia final: lo peor del mundo: líderes sin conciencia.
    saludillos

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  2. A mí me gusta más el tuyo. De todos modos ahí se quedo. Da igual, aquí adorna bien.

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  3. jolin de esos hay muchos(y les tengo una insana envidia)

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  4. ¡El poder y la fama emborrachan! Es la verdadera prueba de fuego para la demostración real de la pureza y la humildad

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  5. Lou, creo que para ser así, hay que nacer así.De lo contrario, terminas mal. No los envidies.

    Azucarillo, amen.Yo no lo hubiera dicho mejor y además es que me representa bastante fielmente. Habrá que tener cuidado con los líderes natos que no tienen esa máxima entre sus principios. Lo malo, es que de esos hay muchos como bien dice Lou.

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  6. Hola

    Mi web es www.series21.com ¿te importaría enlazarme con la palabra "Series online"?. Te lo agradecería mucho. A cambio, me encantaría añadirte en mi directorio mundoinicio.com con el título, descripción y categoría que tú desees del directorio :).


    Un besito
    Milagros

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  7. La ley de atracción de su parte. Es cierto, existen personas que son auténticos agujeros negros, nos atraen, caemos en su fuerza, pero en el fondo no dejan escapar la luz. Si no se tiene conciencia es muy peligroso. En estas fechas se ha perdido la imagen, pero el relato sobrevive sin ella.

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